Nashiko Jippensha, una chica de secundaria que vivía en la ciudad de Onomichi, prefectura de Hiroshima, estaba en problemas después de que la echaran de su casa. Ella dijo: "No tengo un lugar para pasar el rato con mis amigos..." Cuando Nashiko se enteró de que el salón que solía dirigir su padre ahora estaba vacío, decidió reconstruirlo para convertirlo en un lugar donde todos pudieran reunirse.