Después de que sus antiguos dueños abandonaran a la gatita Chibi-neko de dos meses, Tokio, de 18 años, la encuentra. Aunque su madre es alérgica a los gatos y les tiene mucho miedo, acepta dejarle quedarse con el gatito porque teme que se esté volviendo demasiado retraído después de reprobar sus exámenes de acceso a la universidad. Chibi-neko pronto se enamora de Tokio. En su opinión, Chibi-neko es una pequeña humana que habla con palabras humanas, aunque la gente sólo parece escuchar su maullido, y cree que todos los humanos alguna vez fueron gatitos como ella. Un gato callejero le cuenta a Chibi-neko sobre un paraíso llamado Cottonland, donde los sueños pueden hacerse realidad.
