La historia nos sitúa a finales del siglo XIX en Kyoto. Manjiro tiene dos caras. De día trabaja ayudando a la gente de Kyoto, pero por las noches se ampara en la oscuridad para arrebatar a los que abusan de su poder lo que le han quitado a la gente y así devolvérselo. Es “Roman”, el ladrón misterioso. Manjiro sin quererlo se verá involucrado en una conspiración a nivel nacional.