Cuando Tomoyo es elegida presidente del consejo estudiantil, su sueño es salvar a los cerezos de la escuela para que no sean cortados. Sin embargo, aparte de todos los labores que tiene que hacer, empiezan a aparecer malos rumores sobre la relación de Tomoyo haciendo que la gente piense que es una delincuente. Tomoyo ve que Tomoya se esta elevando cada vez más y su relación esta siendo estirada a su máximo por la sociedad que quiere separarlos.