A pesar de la trágica muerte de Kyouko Honda, su vívido recuerdo sigue vivo, brindando orientación en tiempos difíciles a sus allegados. Sin embargo, Kyouko no siempre fue la persona sabia y radiante que se la recuerda con cariño en la actualidad. Sintiéndose abandonada por su propia familia y rechazada por la sociedad, una joven Kyouko abandona la estabilidad por una vida de delincuencia, poniendo en peligro su educación y su futuro. Afortunadamente, su descenso a la desesperación se ve interrumpido por un fatídico encuentro con su futuro esposo, Katsuya, quien recientemente comenzó su pasantía docente en su escuela. Con una compostura que sorprendentemente no se vio afectada por las rabietas de Kyouko, Katsuya la conquista rápidamente a través de su gentileza y atención hacia ella, gestos sinceros que nunca antes había recibido. A medida que los dos se acercan más, Kyouko le abre su atormentado corazón y, junto con él, una puerta a nuevos horizontes.