En las lejanas tierras de Hokkaido al norte de Japón, Sugimoto sobrevive a la guerra ruso-japonesa en el año 37 de la era Meiji, a principios del siglo XX. Apodado como “Sugimoto el Inmortal” durante el conflicto, el soldado se embarcará en la fiebre del oro con el objetivo de entregarle el dinero a la viuda de un compañero caído. Durante su nueva aventura no solo le acompañará una chica ainu que busca venganza, sino que también descubrirá la existencia de un tesoro y que las pistas para encontrar su ubicación se encuentran tatuadas en las espaldas de unos peligrosos convictos.