Después de morir en un accidente de tráfico, me encuentro junto a un lago desconocido. Mi cuerpo no se mueve, no puedo escuchar mi voz y, para mi sorpresa, empiezo a hablar como una máquina expendedora. Me pregunto cómo podré sobrevivir en el calabozo de este mundo de fantasía si no puedo moverme ni tener una conversación significativa...